Era frecuente en el Madrid dieciochesco la celebración de fiestas con representaciones teatrales en casas particulares. En ellas tomaban parte, improvisándose como actores, los dueños de la casa y sus amigos. Una de estas íntimas sesiones de teatro, en fase de ensayo, constituye el tema del cuadrito de Paret. Los personajes aparecen en distintas actitudes y con vestimentas adecuadas a la obra a representar. Al fondo, una de las señoras cose un traje. El cuadro de tema taurino que cuelga de la pared da a entender que se trata del domicilio de una familia distinguida de aficiones modernas. La estancia es alumbrada por una araña de seis lamparillas de aceite que están encendidas (Texto extractado de Quesada, L.: Luz y Lumbre en la Pintura Española, 1992, p. 88).
(extraído de la página oficial del Museo del Prado : http://www.museodelprado.es/ )
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