tiene la suerte nuestro querido Museo del Prado de poseer una gran parte de los cuadros de este pintor existentes en España, además de muchos de sus cuadernos de apuntes y dibujos. Muchos otros se encuentran fuera y el Museo ha tenido la feliz idea de reunirlos en ésta excelente muestra que hoy comenzamos.
Martín Rico y Ortega nació en El Escorial de Madrid y vivió en la calle Lope de Vega acudiendo a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, no demasiado lejos, donde tuvo la suerte de tener como profesor a Genaro Pérez Villaamil, pintor de cámara de Isabel II, catedrático de paisaje y director de la Escuela en aquel momento. De éste excelente pintor, aún en pleno romanticismo, recibió tal vez su amor por el paisaje, y nos hemos permitido traer algunas de sus obras (Pérez Villamil-1, -2, -3).
Tenemos ante nosotros a uno de nuestros mejores paisajistas desprendido ya en sus obras totalmente de cualquier asomo romántico, esto es, representando la naturaleza tal como es, sin enfazitar ó modificar elementos con la intención de lograr efectos espectaculares ó irreales que conmuevan el ánimo y el espíritu del observador. Sin embargo el concepto no deja de ser en cierto modo ambiguo, ya que una representación totalmente realista y fiel de un paisaje puede derivar en los mismos sentimientos si la propia realidad así los incita. De cualquier forma Rico es ya un pintor realista en todo el término de la palabra, y quizá uno de los más tempranos pintores españoles dentro de este movimiento artístico.
Tras graduarse en Bellas Artes comenzó a salir por los alrededores de Madrid a pintar directamente del natural, práctica no tan normal en aquellos momentos como lo sería algunos años después ó lo es hoy día, en el que cualquier buen paisajista que se precie pinta "in situ". Este precioso paisaje de la sierra de Guadarrama, a pocos kilómetros de Madrid, es justamente de esos años y, según parece, el pintor, natural como hemos dicho de El Escorial , en plena sierra madrileña y por lo tanto muy familiarizado con ese terreno, pasaba varios días al aire libre en una cabaña hecha por el mismo, sólo con la intención de pintar y pintar.
De algunos años posteriores al de Martín Rico, traemos otras tantas obras de cuatro de nuestros más importantes pintores naturalistas representando también la sierra de Guadarrama :
-de Jaime Morera y Galicia, picos de la Najarra de 1892
- de Aureliano de Beruete, Guadarrama
- de Joaquín Sorolla, tormenta sobre Peñalara de 1907
y, por último de Carlos de Haes, valle de la Sierra de Guadarrama de 1870.
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