En esta tabla flamenca aparece María bajo un porche abierto a un amplio paisaje, sentada en un trono y sosteniendo sobre sus rodillas al Niño, desnudo, con el globo del mundo en una mano y bendiciendo con la otra. Petrus Christus muestra a Jesús como Salvador y a la Virgen como reina de los cielos, a punto de ser coronada por el ángel situado sobre su cabeza. Los ojos bajos y el manto rojo de María aluden a la misión redentora de Cristo, a los dolores de la pasión en los días felices de la infancia. En deuda con La Madonna del Canciller Rolin de Jan van Eyck y con La Madonna Durán (P2722) de Roger van der Weyden en la posición de la cabeza de María y en el ángel que la corona. Esta tabla constituye un ejemplo de la preocupación que Petrus Christus sentía entonces por la construcción de la perspectiva.Como consecuencia de las leyes desamortizadoras, en 1836 se recogió esta tabla en el convento Risco en Piedrahita (Ávila) con destino al Museo de la Trinidad donde permaneció hasta el año 1872, en que sus fondos se integraron en el Prado (Texto extractado de Silva Maroto, P.: Pintura flamenca de los siglos XV y XVI. Guía, Museo del Prado, 2001, pp. 34-36).
(extraído de la página oficial del Museo del Prado : http://www.museodelprado.es/ )
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