Cuatro años más tarde, en 1890, comienzan a exponer en la galería Le barc de Boutteville donde Ignacio Zuloaga presenta algunas de sus obras. A partir de ahí nuestro pintor eibarrés acude con ellos puntualmente a las exposiciones que cada año se van sucediendo en ésta sala y cultivará su amistad, en especial con Bernard, del que hablaremos en la siguiente entrada.
De Serusier todos seguramente conocereis su famosa obra el Talismán, llamado realmente Paisaje del Bois d’Amour, obra para muchos nacida de la inspiración del propio Gauguin a quién, como tantos otros reunidos en Pont-Avent, Serusier idolatraba; éste le alentó a usar el color de forma libre y subjetiva en la interpretación del paisaje y el resultado fué esta bellísima obra pintada enteramente en la tapa de una caja de puros y que los Nabis acogerían como su talismán artístico.
Creo que es necesario que veais algunas de sus obras de entre 1888, fecha del Talismán y los primeros años del siguiente siglo, para apreciar la fuerte influencia de su declarado maestro Gauguin pero también la de los consabidos okiyo-e japoneses por todos valorados e imitados desde hacía años.
La obra que estamos viendo es ya del año 1913 y representa un bellísimo bodegón nabi, de armonías verdosas perfectas, con éste color presente en todos los tonos empleados exceptuando solo algunas pinceladas del complementario rojo oscuro. Si quereis ver ésta obra muy ampliada, acudid al enlace que nos ha proporcionado el Museo de Bellas Artes de Bilbao, propietario del cuadro.
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