Nos encontramos ahora frente a una obra de Sandor Gestetner bellísima y llena de contenido en consonancia con el planteamiento de ésta exposición. El abuelo, posiblemente un rabino por su indumentaria, explica a su nieta algún texto del libro que mantiene abierto. La niña, presentando un perfil delicioso, permanece atenta y ensimismada. La pintura es de una delicadeza y armonía excepcional. No soy ningún erudito, ni mucho menos en pintura del siglo XIX, y, por lo tanto mi búsqueda de alguna referencia sobre la vida y sobre todo la obra de este pintor no ha tenido éxito. Me hubiera gustado conocer algo más sobre éste notable artista por lo que os agradecería enormemente cualquier comentario al respecto.
El proceso e industrialización en España se inicó con un retraso considerable respecto a otros países de nuestro entorno; en pleno siglo XIX la gran mayoría de la población vivía en pequeños pueblos y estaba dedicada a labores agrícolas. Estando los varones ocupados plenamente en obtener el producto de la tierra, es a la mujer a quién correspondía la organización del hogar, su administración, las relaciones sociales y principalmente la transmisión de valores, amén de otras tareas de apoyo como las huertas, acarreos, curas médicas, ctr. ; en una palabra , la mujer rural contaba con un día a día lleno de contenido y dedicación, pleno de actividades de toda índole.
Al trasladarse a la ciudad los hombres cambian la tierra por la fábrica, pero la mujer se queda estancada en casa, tareas domésticas y cuidado de los hijos pero poca actividad social y por supuesto nada de progreso cultural o formativo, mientras que ellos necesitan cada vez más instrucción y conocimientos de acuerdo con el desarrollo del país y por supuesto, se relacionan más con todo el mundo exterior al hogar. Es en este contexto donde la diferencia educacional de ambos sexos se va distanciando, los niños deben saber todo esto pero las niñas es suficiente solo hasta aquí, para que más?, lo importante es que sean buenas esposas y madres, dirigidas por un varón y así todo irá bién en la sociedad; si pertenecen a una clase social alta, los futuros maridos buscarán mujeres como éstas pero con un poco más de pintura y brillo para poder lucirlas y que no den la nota: un poco de piano, algún idioma, saber quizá hacer bordados primorosos, ó a lo mejor el arte les vendría bién......
De Pilar Bailarín Domingo traigo un estudio completísimo titulado:
-la educación de la mujer española en el siglo XIX-
qué os aconsejo leais.
Esta niña que vemos en nuestra obra puede estar recibiendo instrucción para futura buena madre y esposa, cosa muy loable y que agradecerá a su abuelo siempre, pero, ¿se quedará todo ahí ?. En 1893 Gestetner creo que nos está diciendo que desgraciadamente así es.
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