sábado, 2 de enero de 2021

francisco maura - la casta susana - 1885

 

 

 Y la imágen que vemos en ésta obra no precisa presentación ni título. La habréis reconocido al instante. Está extraída de uno de los libros del Antiguo Testamento, el libro de Daniel, concretamente de su capítulo 13, que relata el intento de seducción de una jóven bella y virtuosa, Susana, por parte de dos ancianos qué, escondidos en sus jardines y arrebatados por el deseo, la sorprenden en toda su desnudez mientras se baña en la intimidad de uno de sus estanques.

La historia continúa con la negativa de la mujer pese a la insistencia de los pretendientes, y el recurso de la calumnia como amenaza si no se avenía a sus pretensiones : -diremos que estabas sola, pués habías despedido a tal fín a tus doncellas a la espera de la llegada de un jóven con el qué te hemos visto en plena acción amorosa-.

A los gritos de Susana acudieron criados y familiares y finalmente la joven fué llevada en presencia del pueblo para ser interpelada por la grave acusación que sobre ella mantenían con tenacidad los viejos. Y, es ahí donde aparece Daniel, muchacho de pocos años pero ya sabio e inteligente, qué, convencido de la integridad de la muchacha, puso a prueba a los perjuros: -bajo que clase de árbol estaba la pareja pecadora?-, fué la pregunta qué, por separado, hizo a cada uno. Estos se contradijeron, para uno fué una acacia y el otro nombró una encina, y Susana quedó limpia y ellos avergonzados y condenados por su iniquidad.  

Esta historia bíblica ha llenado el Arte de todas las épocas de obras y ha servido de escusa para mostrarnos la belleza del cuerpo de la mujer en todo su esplendor. Podéis encontrar cientos de ellas en la web pero he seleccionado, algunas muy conocidas:

-guercino - museo del Prado de Madrid    

-tintoretto - museo de Historia del Arte de Viena

-rubens - Real academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid 

-artemisia gentileschi - castillo Weissenstein , Pommersfelden (Alemania)

-reni guido - National Gallery de Londres

-pablo picasso

-paul serusier  

-gonzalo bilbao martinez 

-agustín ogando

No es por capricho sin embargo el que encontremos en ésta Exposición que estamos repasando una obra de un tema bíblico tan celebrado; más bién podemos decir que viene al pelo, permitirme la expresión, para volver a insistir en uno de los propósitos de la misma: la denuncia del siempre eterno sometimiento de la mujer a los deseos y mandatos del varón, aberración ésta que estaba en plena virulencia en los años que abarca el contenido de la muestra ofrecida en el Prado. Susana, como podría ser Conchita, Pilar, Mercedes ó Peggy, han tenido toda su vida que mantenerse bién alertas y recelosas ante las posibilidades, siempre presentes, en todos los ámbitos y circunstancias, de los abusos y gratuitas pretensiones del sexo contrario, erróneamente convencido de su superioridad y sus plenos poderes sobre la hembra.

 Y ésto es lo que la obra de Maura que vemos nos quiere mostrar una vez más, independientemente de la belleza y delicadeza que el artista ha sabido llevar al lienzo. 


  

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