martes, 3 de abril de 2012

Franz von Stuck - El beso de la esfinge


si vais a  la ciudad de Berlín y accidentalmente pasais por la estación de metro de México, tendreis la ocasión de ver una buena copia del cuadro de von Stuck titulado el Pecado, obra que seguramente conocereis. Se trata, como éste del Hermitage , de un cuadro de una concepción e intención muy diferente a los dos últimos de Velázquez y Ribera presentados en éste blog. Estamos ya en 1895 y la juventud artística de Europa se está cansando del realismo, de la representación puramente naturalista , de la vida real y su descripción pictórica un tanto aburrida y monótona, de la fealdad de su propio entorno e incluso del propio impresionismo y comienza a recibir en su espíritu un aire nuevo ,suave y embriagador, que proviene de la literatura y la poesía. Baudelaire, Verlaine, Mallarmé les estan hablando de evocación , de misterio, de indeterminación, de superación de la realidad por algo más que llene el espíritu , les haga soñar y volar con la imaginación.
Este movimiento se llamó Simbolismo y como se ve, es heredero directo del propio romanticismo, aunque provenga de esta reacción contra el realismo del que hemos hablado. Entre otras características acudieron con frecuencia a la mitología y al clasicismo para extraer sus figuras y aprovecharlas como símbolos y elementos evocadores de algo espiritual más allá de su propia identidad o ,incluso de su significado histórico.
Así, el beso de la esfinge nos muestra una escena del poema del autor alemán romántico  Heinrich Heine, la esfinge, donde cuenta como el poeta camina de noche por un bosque, y al salir del mismo se encuentra ante un castillo delante del cual hay una estatua, una esfinge de rostro bellísimo que fascina de tal modo al poeta , que no puede resistirse a besarla apasionadamente. La esfinge cobra vida,  absorbe su aliento y  le clava sus garras en  el cuerpo y lo mata. Pero nuestro pintor simbolista va más allá, el poeta está en una situación total de indefensión, sin voluntad de reacción, plenamente embriagado y al mismo tiempo aterrado por la sorpresa, su entrega es total. La esfinge,rostro y pechos de mujer , cola y  patas de león y alas de pájaro, fué una figura muy empleada como símbolo del poder de la mujer y aquí se toma como elemento destructor, dominador y caótico, pero al mismo tiempo  inocente, sensual  y fascinante. Un simple beso le lleva al poeta a un mundo irreal mucho más bello y lleno de posibilidades para el placer espiritual , aún a costa de la propia destrucción.Es el poder físico representado por el hombre sucumbiendo ante el poder psíquico de la mujer. El tono rojizo encendido de toda la escena todavía aumenta más estas sensaciones. 
Franz von Stuck fué maestro durante unos cuantos años de artistas como Paul Klee, Hans Purrmann, Wassily Kandinsky, and Josef Albers en la ciudad de Munich, donde se asentó como pintor de prestigio e incluso fué elevado a la aristocracia en 1905. Von Stuck fué pintor de seductivas mujeres curvilíneas y diabólicas que evocan el poder de lo oscuro, lo indefinido , la fuerza interior incierta y profunda. Los títulos de algunos de sus cuadros lo dicen todo : sensualidad, inocencia , primavera ,donde se aprecia la belleza del marco , marco diseñado y elaborado por el propio pintor ,quién daba una gran importancia a este elemento decorativo y de soporte , el guardián del paraíso ,el asesino . He aquí otra página con algunas de sus obras mas famosas.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario