sábado, 23 de noviembre de 2013

james mcdougal hart - verano en los catskills 1865


seguimos con la famosa escuela del río Hudson de la que James Mcdougal Hart fué otro de sus miembros destacados. Nacido en Escocia, sus padres emigraron a América cuando contaba tan solo tres años de edad y se instalaron en la ciudad de Albany, estado de Nueva York. Con ventidós años volvió de nuevo a Europa para estudiar pintura de manos de Johann Wilhelm Schirmer en la archifamosa Escuela de Düsseldorf. No es de extrañar ,dada la popularidad que ésta ya tenía en los círculos artísticos de la joven nación americana. Por supuesto, Mcdougal Hart no fué el único en acudir a su reclamo, pero él aprovechó su estancia de tres años en Europa, no solo para aprender la pintura del paisaje tal y como la entendían los de Düsseldorf, sino para viajar siguiendo el curso del Rhin, llegando hasta el Tirol y llenando sus carpetas de dibujos al natural. De vuelta a los Estados Unidos se asento en Nueva York donde, miembro de la National Academy of Desing, llevó a cabo exposiciones periódicas durante casi cincuenta años. Hermano de otro pintor William y de otra pintora Julie, casó con una pintora María Teresa Gorsuch y tuvo tres hijos...!también pintores!, Robert, Mary y Letitia.


Hart era muy dado a representar ganado y animales salvajes en sus cuadros, como podemos ver en ésta obra del 1871, una mañana tranquila, donde representa con gran fidelidad todos los detalles naturales de esa ribera según los ideales de la Escuela que abordamos en la entrada anterior. Sus paisajes no son tan espectaculares ni quieren ser tan grandiosos como los de muchos de sus colegas americanos de esa época, pero supo establecer en ellos una serenidad y reposo admirables.


En la obra que mostramos, verano en los Catskills, podeis percibir estas cualidades en todos los elementos que la componen, ofreciéndonos una hermosa tarde de verano de una armonía y quietud sin igual, donde los tonos rojizos llenan cada rincón del paisaje, desde la misma hierba hasta el cielo, estallando definitivamente en los cálidos pastizales que nos ofrecen un contraste espectacular con las sombras de la rocas. Unas rocas que vuelven a hacer de éste pintor, como veis, un verdadero geólogo, acorde de nuevo con el espíritu de su tiempo del que hablamos en la entrada anterior.
Esta obra pertenece a la colección del Museo Thyssen de Madrid. A los que lo teneis a vuestro alcance os aconsejo que lo vayais a ver tal y como és porque, a pesar de sus pequeñas medidas, 33x60 cms., es espectacular. Las montañas de Catskills, al sureste del estado de Nueva York, fueron lugar frecuentadísimo por los artistas del río Hudson y lugar tradicional de esparcimiento de los neoyorkinos. Hoy en día es una zona donde abundan las salas de arte y mantiene una actividad cultural envidiable. Especialmente en otoño, sus bosques adquieren una variedad de tonos que los hace famosos en todo el país.

Acabamos con esta completísima página sobre la Escuela del río Hudson como homenaje a este entusiata movimiento que abarcó la pintura norteamericana del paisaje durante más de 75 años.



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