miércoles, 26 de octubre de 2022

francisco de goya - el 3 de mayo en madrid - 1814


 el que Goya presenciara ó no los hechos representados en ésta obra es hoy todavía tema de debate. En lo que si coinciden unánimente toos los estudiosos es en la identificación del lugar del ajusticiamiento, la montaña del Príncipe Pío, para orientaros los que conoceis Madrid, hacia lo que hoy es el concurrrido Templo de Debob, que en esos años no eran más que terrenos incultos que rodeaban algunas propiedades nobiliarias existentes.

La noche del 2 al 3 de Mayo de 1808, como era de esperar, comenzó la persecución y arresto por parte de las autoridades francesas de todo aquel presunto participante en le rebelión. Solamente en éste lugar del Príncipe Pío fueron fusilados esa noche más de 40 personas, como es de suponer, sin juicio previo. Casi con toda certeza, aún cunado Goya no hubiese estado aquí, sí habría visto ese mismo día ó noche, muchos cadáveres en las posturas más inimaginables, tanto de un bando como del contrario. Según he leído en alguna fuente, el fraile que aparece a la izquierda a punto de morir, lo fué en éste lugar y además fué el único religioso ejecutado aquella noche aciaga.

Bién, de ésta obra todo está estudiado y analizado y solo podemos añadir que con ella Goya establece una forma de ver la realidad totalmente diferente a como se venía haciendo hasta entonces en la pintura histórica y costumbrista; Goya se apoya en el claroscuro, esto es evidente, pero la obra al mismo tiempo esta repleta de luz, la luz de un simple farol; además, presentando un hecho real, va más allá hasta convertirlo en un verdadero manifiesto, en un grito atronador contra la injusticia y la crueldad y , en definitiva, contra la venganza humana, haciendo protagonistas del hecho a gente del pueblo, sacados de sus casas en plena noche y aterrorizados ante su inminente final.

Compárese esta obra con la llevada a cabo por Edouard Monet ejecución del emperador Maximiliano de México del año 1867. Una ejecución tranquila, de gran pulcritud, sin apenas violencia.  

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