lunes, 28 de enero de 2013

edward hopper - figura solitaria en un teatro.1902-1904



con este cuadro de principios del siglo pasado comenzamos la presentación de parte de la obra de éste ya muy conocido pintor estadounidense que hemos podido admirar en el Museo Thyssen de Madrid. Pintor nacido en 1882 en Nyack, al norte de la ciudad de New York y a las orillas del río Hudson, en una familia de ascendientes holandeses e ingleses ligados a los asentamientos madereros que se extendieron con profusión a orillas de este gran río norteño. Su nacimiento se produjo casi simultáneamente a la llegada de la luz eléctrica a la ciudad de New York y a la de la inaguración de la primera línea telefónica entre esta gran ciudad y la de Chicago. Además desde 1870 Nyack estaba ya comunicada por ferrocarril con la primera de ellas y contaba con un activo puerto fluvial. En estos años juveniles ,Hopper disfrutó con frecuencia de hermosas jornadas de navegación a vela a lo largo del río. Fué una etapa feliz repleta de deporte y acontecimientos culturales, los padres le llevaban, junto con su hermana, a Nueva York en tren o en barco al teatro ó a la Opera con relativa frecuencia. Desde los cinco años se conocen ya dibujos del colegio que demuestran su facilidad y dotes en esta disciplina .Los padres fueron pronto conscientes de este regalo del cielo y procuraron siempre estimular la imaginación creativa del pequeño Edward poniendo a su alcance revistas , libros y cuantas publicaciones relacionadas con el tema del dibujo y de la ilustración podían procurarse. Tampoco faltaron nunca lápiceros, pinturas, ceras, tinta, papel ,ctr.  Era una época donde , en un país como el moderno Estados Unidos, a pesar de retumbar  casí todavía los últimos cañonazos de su guerra civil, la proliferación de información impresa de todo tipo estaba verdaderamente en auge.

A los doce años Edward pegó un tremendo estirón ! hasta casi los seis pies!, 1.80 metros , que unido a su delgadez y cierta torpeza o poco garbo en sus movimientos quizá influyeron en su forma de ser, un tanto reservada . Lo cierto es que, independientemente de éste detalle, puede que no demasiado importante, a sus  diecisiete años y, a pesar de su ya decidida vocación de pintor, hubo de contemporizar ante las peticiones paternas , y se matriculó en Nueva York en la Escuela de Ilustración. Allí pasó un año, no muy convencido y en 1900 pasó  a la Escuela de Arte de esta misma ciudad,  en la que permaneció 6 años, y que pensó podría aportarle, por su reconocida fama, una mayor orientación artística. En efecto, desde el siguiente año los diversos profesores con los que  se fué encontrando Hopper en sus aulas, además del ambiente libre, creativo y hasta indisciplinado del centro , cambiaron radicalmente su forma de pintar .
No pasaremos por alto la influencia que sin duda recibió de Robert Henri, William Merritt Chase y Kenneth Hayes Miller. Chase fué el primer profesor de pintura y le apremió a buscar su propia individualidad en esta disciplina y a aprovechar en todo lo posible los adelantos y hallazgos de los demás colegas. Aquí, Hopper puso el listón muy alto y estudió a fondo nada menos, entre otros , que a Hals, Rubens, Velázquez, Fortuny ó Manet, de este último realizó una copia al óleo de su Mujer con un loro .
De Henri traemos su famosa Young blonde girl , cuadro que indudablemente nos recuerda algo la forma de pintar de Hopper de algunos años después. Particularmente creo que Edward Hopper a la larga superó a sus tres maestros, lo cual no quiere en ningún modo decir que no fueran capaces de enseñarle; nada tiene que ver una cosa con la otra, se puede ser mucho peor pintor pero tener unas ideas tan acertadas e influyentes sobre la pintura qué , y esto parecerá lo más chocante,por sí solas sean capaces de encauzar, educar y liberar de una forma brillante a un pupilo avantajado pero aún por formar. Me direis, -pero la genialidad ya residía posiblemente en el interior profundo de Hopper-. Por supuesto, pero si no se la hace salir a la superficie, gracias a ellos, nos habríamos quedado posiblemente sin Hopper. !ojo con los profes!. Son mucho más influyentes y definitivos de lo que pensamos.

Así pues, en la fecha de la ejecución de nuestra obra, Hopper se encontraba estudiando y mejorando en Nueva York con ellos. Pinta ésta figura solitaria en grises , tonos oscuros, dibujo simple y elaboración rápida, sin detalles ni contemplaciones. Muy parecida , también del mismo año, ó incluso anterior, es Mujer joven en el estudio . Este tipo de pintura sombría es posible la adquiriera Hopper ya durante el período con Chase, pero el mismo Robert Henri insistía en la conveniencia de pintar en blanco y negro con el fín de valorar las escalas de grises, definitivas en la buena entonación de cualquier obra. También, en lo que a su técnica se refiere, puede estar la influencia de los propios impresionistas.

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