jueves, 31 de octubre de 2013

giandomenico tiepolo - el charlatan veneciano 1765



Esta obra y su pareja, El mundo nuevo (P07805), son singulares dentro de la producción de este autor. Se trata de un par de pequeñas escenas costumbristas venecianas, resueltas por el artista con una ejecución exquisita y una especial delicadeza, de gran finura de toque, habilidades técnicas todas ellas adquiridas al trabajar al lado de su padre, Giambattista, aun cuando evolucionase progresivamente, tanto en los aspectos materiales como en los temáticos, hacia fórmulas menos grandilocuentes y más amables, de lo que son buen ejemplo estos dos lienzos compañeros. Tan peculiar género de piezas no es raro en su producción -aunque sí poco frecuente- por lo cual tales creaciones escasean en colecciones públicas y privadas de todo el mundo, particularmente en España, donde tan sólo se conoce otra pareja de obras de naturaleza e interés semejante en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, procedentes de la Colección Cambó. Con todo, existen destacados ejemplares en algunos museos y en propiedad privada (Statens Museum for Kunst, Copenhague; Louvre, París; Kunsthistorisches Museum, Viena; Ca Rezzonico, Venecia, entre otras instituciones). Se inscriben en una larga y diversificada tradición de asuntos de vida cotidiana, que hunde sus raíces en el siglo XV -cuyos máximos representantes fueron Gentile Bellini, Vittore Carpaccio y Lazzaro Bastiani- para proseguir durante las centurias siguientes, con cultivadores como Bonifacio de Pitati, Veronés y sus hijos, Federico Zuccari, la familia Bassano o Heintz "el Joven", hasta culminar en el siglo XVIII en el que brillaron, además de Giandomenico Tiépolo, artistas de diferente categoría: Gian Antonio Guardi, Antonio Baratti, Gabriel Bella, Gaspare Diziani, Pietro Longhi y Giuseppe Bison. En ellas se describe y satiriza, como aquí, a la sociedad veneciana con gran acierto merced a un sentido del humor crítico e incisivo que levanta acta de un mundo cada vez más tocado por una mayor fragilidad y abocado a su disolución; la tendencia al intimismo, y casi a la caricatura, determinan la consideración positiva de ambas. Estilísticamente se vinculan a los cuadros de la antigua colección Blake, antes en Kansas City y ahora en Roma, en manos privadas. El charlatán fue grabado por Wagner en 1777 con la indicación "Jo. Dominicus Tiepolo pinx" (Texto extractado de Luna, J.J. en: Memoria de Actividades M.N.P 2002, p. 28).

 (extraído de la página oficial del Museo del Prado :  http://www.museodelprado.es/ )

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