Este boceto fue realizado por Rubens en preparación a un gran lienzo que
 estaba destinado a decorar la Torre de la Parada, un pabellón de caza 
sito en el monte del Pardo, a las afueras de Madrid. En él se representa
 a Diana, reconocible por la diadema en forma de luna que orna su 
cabeza, acomete la caza de unos ciervos, con lanzas y perros, acompañada
 por algunas de sus ninfas. Se aprecia a simple vista el cambio que hizo
 Rubens en la posición del brazo derecho de la diosa.La serie de la 
Torre de la Parada fue encargada a Rubens en 1636 por Felipe IV y 
seguida muy de cerca por el rey hasta su finalización en 1639. El 
encargo consistía en realizar más de sesenta grandes lienzos de asuntos 
mitológicos, de los cuales Rubens pintó algunos y encargó otros a varios
 artistas de Amberes que trabajaron bajo su dirección. Según su 
costumbre, Rubens realizó pequeños bocetos sobre tablas de roble de 
todas las escenas. En estos hermosos bocetos el pintor definía la 
composición y las acciones de las figuras, los colores y las zonas de 
luz y de sombra, dando muestra de su destreza como pintor de la 
vivacidad de sus invenciones.Aunque lo bocetos no se enviaron a Madrid 
junto con los cuadros, se documentan en una colección española en el 
siglo XVIII. El Prado conserva nueve de esos bocetos, a los que se suma 
esta composición (Texto extractado de Vergara, A. en: Memoria de Actividades del Museo Nacional del Prado, 2000, Museo Nacional del Prado, 2001, p. 48 y Pérez Preciado, J.J.; Vergara, A.: Rubens. Guía de exposición, 2010, p. 39.) 
(extraído de la página oficial del Museo del Prado :  http://www.museodelprado.es/ )

 
 
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