de todos los pintores del grupo que se acabó llamando de los impresionistas, Monet fué el que más experimentó con aquellos elementos que constituían la base de su filosofía pictórica y que se plasmaban de forma directa en la técnica aplicada en sus obras: el estudio de la luz y la influencia de la atmósfera en todos sus estados posibles. Tanto es así que si repasamos todas sus obras a partir principalmente de 1870, ó mejor a raíz de su regreso de Londres, ciudad a la que se desplazó durante la guerra franco-prusiana, empezaremos pronto a encontrarnos con series enteras, su serie sobre la catedral de Rouen se compone nada menos que de cincuenta obras, de un mismo motivo iluminado a diferentes horas del día ó en condiciones atmosféricas diferentes, todas ellas por supuesto pintadas al aire libre y en condiciones algunas veces verdaderamente inhóspitas, si no heróicas. Monet soportaba, y con enorme fuerza de voluntad y adnegación, lluvia, viento, frío y nieve, inmerso en representar el paisaje que le ofrecía en aquel momento un espectáculo natural digno de estudio.
Como éste que vemos aquí de la localidad francesa de Etretat, población mencionada al hablar de Coubert algunas entradas atrás, y que acogió a muchos pintores en estos años y posteriormente, atraídos por sus altos acantilados calizos, blancos y majestuosos colgados sobre el Canal, y la belleza de sus paisajes. Además ya era el lugar de veraneo de moda entre las familias parisinas. Sin llegar a constituir una verdadera serie de las que acabamos de hablar, por cambiar el punto de vista de unas a otras, el gran número de obras que hizo Monet representando estos acantilados durante su estancia en la villa normanda, completan un verdadero estudio, casi diríamos obsesivo, sobre su cambiante apariencia.
Anteriormente a Manet, tanto Delacroix como Coubert habían representado en sus cuadros la costa de Etretat, más aún, él mismo poseía una acuarela del primero de ellos y conocía perfectamente la obra del segundo sobre este tema a raíz de una muestra retrospectiva en la Escuela de Bellas Artes el año 1883, el mismo de la ejecución de la obra que estamos viendo. Sucesivas veces insiste Monet en su deseo de emular a Coubert pintando estos bellos rincones de la costa de Normandía y, desde esta fecha hasta 1886, visitó este pueblecito de pescadores cada año. No en vano, había nacido en París pero creció en la vecina ciudad portuaria del Havre, y además durante el año 1868 vivió allí con su prometida Camille y su hijo Jean y residió durante más de treinta años en la también vecina Giverny donde llevaría a cabo sus famosas series de jardines y plantas acuáticas.En sus visitas artísticas frecuentó al escritor Maupassant que tenía allí su casa y qué eligió Etretat como escenario de varias de sus novelas y quién, refiriéndose a Monet, dice:
"...el artista caminaba por la playa seguido de algunos niños portando cinco ó seis lienzos todos con el mismo tema a diferentes horas del día y con diferente apariencia. Los iba cogiendo y pintando por turno de acuerdo con los cambios que se operaban en el cielo y en las sombras".
Nos le podemos imaginar; unas veces con niños y otras sin ellos, Monet recorrería cada rincón y subiría a los lugares más privilegiados y difíciles en busca de los mejores efectos luminosos y atmosféricos envolviendo aquellas paredes. Pero lo mejor es que veamos ahora algunos de los múltiples estudios que allí realizó:
The Manneport, Cliff at Etretat, Sunset 1883
The Manneport, Etretat in the Rain 1886
The Needle of Etretat, Low Tide 1883
Fishing Boats on the Beach at Etretat 1884
Cliffs of the Porte d'Aval 1885
Etretat, the Needle Rock and Porte d'Aval 1885
The Manneport, Reflections of Water 1885
The Manneport, Etretat - Amont Cliff, Rough Weather 1886
y traemos también otra versión de los famosos acantilados pintado en la puerta de uno de los armarios de su pensión y cedido al casero a cambio de alguno ó algunos de los alquileres pendientes.
La playa de Etretat se extiende entre dos de los más bellos acantilados del lugar. El del este, Falaise Amont, y el del oeste, Falaise D'Aval con su gran arco, le Porte d'Aval, abierto en medio de la pared caliza con una solitaria aguja alzándose próxima en medio del mar, la Pointe d'Aiguille. Monet representa aquí le Porte d'Aval azotado por un mar extraordinariamente agitado y de un color terroso, como no es infrecuente en el Canal, a base de gruesas y casi brutales pinceladas curvas llenas de luz y tensión. Otra obra suya parecida de las mismas características pero posterior es Heavy Sea at Pourville, 1897.
No dejamos este comentario sin aportar algo que os ayude a establecer la relación de las obras de Monet en Etretat con la realidad de éste bello lugar del Norte de Francia, por el que este gran pintor pasó en aquellos años de las postrimerías del siglo XIX, ya en pleno impresionismo. Para ello adjuntamos dos magníficos videos encontrados en Youtube, a quién una vez más agradecemos, y especialmente a sus autores, la magnífica labor que hacen por el arte. Verlos con tranquilidad y sin prisas, pués son un poco largos pero llevan a entender lo que sentiría Monet durante sus fecundas jornadas de trabajo en ésta localidad:
Randonnée à Etretat
FRANCE : Etretat
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