Perdonar nos manda Dios pero, como vemos, al padre, al cabeza de familia, con gesto autoritario y amenazante, ni se le pasa por la cabeza contemplar tal mandato divino, por el contrario descarga su ira e indignación sobre su propia hija, qué, en visita inesperada acaba de retornar a su hogar con el fruto de una relación del todo ilegítima. Los demás familiares sorprendidos contemplan atemorizados la situación sin atreverse a terciar en el problema planteado; solamente un cura se atreve con precaución a abogar por la muchacha, hablándole al padre mientras sujeta su brazo, armado con una de las sillas. En el suelo ha quedado el bolso de la jóven con todo su contenido desparramado.
La escena es conmovedora y con ella García Sampedro vuelve a incidir en la vulnerabilidad de la mujer frente a una sociedad dominada y dirigida por el otro sexo, siendo ésta una de sus consecuencias más frecuentes: la hija pródiga que vuelve arrepentida a los suyos trás haber sido abandonada sin más por el progenitor de su hija. Sin el indispensable perdón paterno la vida de ésta muchacha será en adelante un sin fín de penurias y desgracias que la habrán de llevar sin duda alguna a una decadencia progresiva hasta su final. Así era todavía la situación de la mujer en 1895, aún cuando ya empezaban a levantarse voces valientes y decididas qué, muy lentamente, habrían de elevarla, afortunadamente, a la posición que hoy vemos en el mundo actual.
Compárese nuestra obra con la de J.J.Joseph Tissot del año 1862 en la que se representa el regreso del Hijo Pródigo, tal y como relata la parábola del Evangelio cristiano, y en el que los papeles se invierten: el padre perdona y acoge clurosamente al hijo descarriado pero, como veis en este detalle de la pintura, su retorno no es del agrado de la concurrencia. Una interpretación curiosa.
De García Sampedro, nacido en Barcelona, es un cuadro poco conocido y de grandes dimensiones titulado Alegoría de la Cultura española qué pertenece a la colección de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y en el que en un entorno palaciego ha representado a gran cantidad de artistas y literatos españoles. Nuestro pintor dedicó gran parte de su obra a la ilustración y aquí os traigo uno de los carteles que llevó a cabo al gouache para anunciar la celebración de uno de los baile de máscaras que habitualmente cada año se celebraban en el antiguo Círculo de Bellas Artes de Madrid.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------