viernes, 18 de diciembre de 2020

baldomero gili y roig - soberbia - 1908

 

Pintor, ilustrador y dibujante, Gili i Roig nacido en Lérida, cultivó el paisaje y el retrato con gran brillantez pero nunca se decantó por los movimientos artísticos en boga. Sin embargo algunas de sus obras pueden considerarse dentro del más puro costumbrismo mientras otras, en especial algunos de sus paisajes, serían claramente impresionistas. Considerado como un pintor de muchos vaivenes sin afirmarse nunca estrechamente en un punto determinado, llevó a cabo bellísimas obras, originales y muy variadas en su estilo y contenido.

 No se le puede nunca exigir a un artista que se decante en una dirección establecida; es mi parecer que la errónea convicción de que el artista debe evolucionar hasta llegar a su propio estilo personal que lo caracterice, como si alcanzase la cristalización final y definitiva, es una falacia del todo irreal qué ha anclado a muchos talentos, muchos de gran renombre, en una forma de hacer repetitiva, constante y sin evolución. Otros se han apoyado en una obra triunfal y reconocida para ¨repetirla¨, entiéndase el verbo, hasta el fín de sus días.    

Volviendo a nuestro pintor, digamos que resultó ser también un gran fotógrafo, que utilizó este arte para reflejar escenas de la vida corriente llenas de intención. Algunas aparecen en el blog Barcelodona, al que agradezco su aportación, y que os traigo aquí :

 https://barcelodona.blogspot.com/2020/01/fotografies-de-baldomer-gili-roig.html

 

En Soberbia se vale de un simple retrato, lleno de luz, color y sensibilidad, para expresar, con solo dos elementos, el pavo real exhibiendo orgullosamente su cola nupcial, y el semblante engreído del rostro de la dama, el defecto con el que nombra la obra, que él lo aplica exclusivamente al género femenino, pero que todos sabemos  que invariablemente afecta muy frecuentemente a ambos sexos.

No es la única obra de Gili i Roig donde se califique de ésta forma a la mujer. En un cuadro de grandes dimensiones titulado Abisme que podeis ver en el Museo de Arte Jaime Morera de Lérida, nos ofrece una alegoría de ninfas y sátiros en donde como figuras centrales una ninfa sonriente consiente a las apetencias del libidinoso personaje a cambio de las joyas que éste le ofrece; el mensaje no puede ser más claro y de nuevo lleva a la calificación negativa de la mujer a quién augura en las tres ninfas despeñadas en el foso en la parte inferior, un trágico final.  

 

 



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