atribuido sin discusión por casi todos loa autores a Albani, basándose en los rostros un tanto afeminados que concuerdan con los que vemos en apóstoles alrededor del sepulcro de la Virgen, que vimos en una de las primeras entradas de ésta visita.
Para mi gusto, este fresco, situado en el cupulín más superior, es el más bello de todos , por su delicadeza de formas y por su perfecta y equilibrada composición.