está siempre a vuestra disposición en el Museo
del Prado. A ser posible, poneros casi
debajo del cuadro para percibir bién lo que quería Rubens:
que el Duque nos impresionara desde su enorme,
bella y blanquísima montura. Ambos, animal
del Prado. A ser posible, poneros casi
debajo del cuadro para percibir bién lo que quería Rubens:
que el Duque nos impresionara desde su enorme,
bella y blanquísima montura. Ambos, animal
y caballero están a la par de soberbios,y , además,
el azul prusia fortísimo del cielo realza el porte
de ambos. Dejaos impresionar por sus miradas,
van dirigidas directamente al espectador, nos
el azul prusia fortísimo del cielo realza el porte
de ambos. Dejaos impresionar por sus miradas,
van dirigidas directamente al espectador, nos
están mirando todavía desde el mismísimo siglo
XVII. Merece la pena una visita al Prado, siempre
antes de las 7.30 de la tarde para contemplarlos
unos minutos(cierran a las 7.50)
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