viernes, 28 de octubre de 2022

antonio muñoz degrain - los amantes de teruel -1884


 Antonio Muñoz Degrain ,gran pintor decimonónico y autor de una impresionante obra paisajística, irrumpe sin embargo en el historicismo imperante de éstos años con un gran lienzo pleno de todos los atributos exigidos en el género y obtiene merecidamente una medalla en la Exposición Nacional de ese mismo año 1884.

Empero, creo qué, antes que nada, debo presentar aquí algunos de sus bellísimos paisajes a los que dedicó, como apunté antes, gran parte de su trabajo. Así, os traigo recuerdos de Granada, puerto de bilbao del año 1900, vista de la bahía de Palma de Mallorca ó lavanderas de 1903, así como los premiados paisaje del prado al disiparse la niebla de 1866 y vista de Granada y Sierra Nevada de 1915.

La famosa leyenda de los amantes de Teruel debió ó no debió ser real, pero, fuera como fuese, dió lugar a multitud de romamces populares de los que incluso derivaron varias obras literarias y, por supuesto, otras tantas obras pictóricas. No obstante, entre todas estas representaciones destaca una con luz propia, el drama en verso de Juan Eugenio Hartzenbusch del año 1837 , a la que me atrevería a añadir ésta obra de Muñoz Degrain que estamos contemplando.

El drama se sitúa alrededor del año1212 y relata la relación imposible de una dama de la nobleza, Isabel de Segura, y un hidalgo venido a menos y empobrecido, Diego Juan Martínez de Marsilla, quién parte en busca de fortuna que le depare alguna posibilidad de unir su amor al de su amada isabel. Muñoz Degrain nos está en este cuadro presentando el desenlace de la historia: 

.....la joven fué demorando en lo posible el casamiento que su padre le tenía encomendado, aduciendo haber hecho voto de virginidad hasta cumplir los  veinte años, pero cumplido este plazo y sin ya esperanzas del regreso de Juan, contrajo matrimonio. Justo ese día, !oh fatalidad! volvió su amado y desesperado al encontrar a Isabel ya casada, penetro en la cámara nupcial y, mientras el marido dormía la pidió un beso que ésta rechazó por más que insistiera, en virtud de su promesa de fidelidad recién adquirida.-! ó me besas ó me muero !- , y así fué, Juan murió.

Isabel, una vez depositado el cadáver en la iglesia de San Pedro para llevar a cabo las ceremonias funerarias, quiso darle ese beso rechazado que tan funestas consecuencias había acarreado y, en  besándole, lo hizo con tanta pasión y amor que murió también......     

jueves, 27 de octubre de 2022

josé moreno carbonero - conversión del duque de gandía -1884

 

la emperatriz de Isabel de Portugal, esposa de nuestro emperador Carlos I, murió en Toledo el 1 de Mayo de 1539 con tan solo 36 años de edad. Prima hermana de su conyuge, era hija de María, la segunda de las hijas de los Reyes Católicos y mujer bastante agraciada, sino hermosa, como podemos apreciar en su retrato llevado a cabo por el Tiziano, nueve años después de su muerte y que se encuentra en el museo del Prado.

Hay que constatar que fué siempre una reina consorte muy comprometida con las labores de Estado, obligada a ello por los constantes y prolongados viajes de su marido el Emperador.

Trás su muerte, sus restos, por orden expresa de ella misma, fueron conducidos nada menos que hasta la ciudad de Granada, encargándose del trasado el Duque de Gandía, protagonista de la escena que Moreno Carbonero representa en ésta obra. Lógico es pensar qué, entre los calores extremos del verano peninsular y la larga duración de tan largo viaje con los medios de transporte de la época, se acabara descomponiendo el cuerpo de la ilustre dama. Así, cuando se abrió el féretro ya en la ciudad del Darro, su semblante deteriorado impresionó a todo el séquito al comprobar que toda la belleza de su lozano rostro no era más que una repulsiva máscara.

El Duque, según lo represena Carbonero, completamente abatido, apoya su cabeza sobre el hombro de algún caballero con armadura, mientras a un lado permanece abierto el féretro, donde el pintor, con una exquisita sensibilidad hace entreveer algo del perfil del rostro ceniciento del cadáver, semicubierto por un bellísimo velo mortuorio. Otro asistente de oscuro, a la derecha, se cubre la nariz anta la fetidez que se desprende.

La calided y magnífica factura con que el pintor ha tratado los mantos del catafalco y la alfombra del piso es, para mí gusto, algo definitivo en la escenificación, al llenar de luz la estancia, que de otra forma hubiese resultado fría y triste.

Francisco de Borja y Aragón, Duque de Gandía y Virrey de Aragón, a raiz de ésta sobrecogedora impresión, llevó una vida cada vez más cercana a la fé cristiana hasta entrar en contacto con jesuitas de la primera generación, ingresando finalmente, y tras la muerte de su esposa, doña Leonor de Castro, en la Compañía de Jesús donde llegó a ser padre General de la Orden en 1565.

antonio gisbert - fusilamiento de torrijos y sus compañeros en la playa de málaga -1888


cuadro que tuvo una gran repercusión desde el mismo momento de su creación por Antonio Gisbert. La obra se encargó expresamente para que quedara en propiedad del Museo del Prado de Madrid durante el mandato del gabinete de Sagasta como símbolo de la lucha por la libertad de nuestro pueblo a lo largo del complejo siglo XIX. Precisamente dos años antes de llevarla a cabo y siendo a la sazón Gisbert director de éste museo, se ordenó la nacionalización de todas las colecciones reales que pasaron a ser propiedad del Estado.

Educado en la corte de Carlos IV, su padre era ayudante de cámara del Rey, José María Torrijos mostró desde su niñez una gran vocación militar que le llevaría a la postre a desempeñar una gran labor durante la Guerra de la Independencia contra los franceses, destacando por su arrojo y ascendiendo por méritos hasta alcanzar el grado de teniente coronel. A partir de ahí y, tomando partido por la causa liberal, se ve envuelto en el torbellino de cambios políticos que se suceden, pasando, desde ser nombrado Ministro de la Guerra por Fernando VII hasta el exiliarse, primero en Francia e inmediatamente en Inglaterra donde entra en contacto con otros exiliados liberales, hasta trabar conocimiento con Robert Boyd, rico hacendado, quién pone a su disposición su fortuna al servicio de su causa en España.

Así, tras armar y equipar una fragata, desembarca en Gibraltar desde donde organiza con antiguos colaboradores acciones clandestinas con el fín de levantar al ejército del Sur contra el gobierno absolutista. Tras sucesivos enfrentamientos y escaramuzas con el ejército realista, accede a ser ayudado por su antiguo compañero de armas, Salvador González Moreno, quién, contrariamente, solo pretendía su derrota y encarcelamiento, como tal sucedió.

Apresado junto a 52 compañeros y con el beneplácito de puño y letra del propio rey Fernando VII, fueron fusilados en la playa de San Andrés de Málaga el 11 de Diciembre de 1831, final fatal que evoca Gisbert en ésta obra

agustin querol - la tradición - 1889


 primera medalla en la exposición Nacional de Bellas Artes del año 1887. Representa a una anciana coronada con hojas de hiedra, símbolo de la tradición, sobre cuya cabeza posa un cuervo que parece susurrarla al oído el relato que está contando a los niños.

La belleza del grupo es excepcional, especialmente el cuerpo de los dos pequeños: fijaros en la delicadeza y perfección de sus formas y en la originalidad de sus posturas. Algo, creerme, difícil de olvidar.

miércoles, 26 de octubre de 2022

agustin querol - sagunto -1888


 uno de los más eminentes escultores españoles del siglo XIX, Agustín Querol y Subirats, nació en Tortosa en 1860 y murió en Madrid con tan solo 49 años de edad, pero su corta carrera nos ha dejado bellísimas obras de arte, entre las que se encuentran ésta, Sagunto, propiedad del Museo del Prado y que llevó a cabo siendo pensionado de Real Academia de Bellas Artes durante su estancia en Roma.

La escultura está hecha en mármo lde Carrara y representa a una madre clavando su cuchillo en su propio pecho con el que antes ha dado muerte a su hijo para evitar que caiga en manos del ejército cartaginés de Aníbal que sitiaba la plaza de Sagunto durante la Segunda Guerra Púnica el año 218 a.c.

Se trata de uno de los envíos obligatorios, el cuarto, que llevó a cabo durante su prolongada estancia como becario en la Ciudad Eterna. Querol dejó muchos monumentos inacabados en España y en varias ciudades de Sudamérica. En Madrid por ejemplo podemos contemplar el grupo que corona la fachada del Ministrio de Agricultura en Atocha, la gloria y los Pegasos, ó el frontón para la Biblioteca Nacional. Al otro lado del Atlántico, en Buenos Aires, es admirado el llamado Monumento de los españoles, dedicado a la Carta Magna y las cuatro Regiones Argentinas.

Para acabr debo advertir que no es raro que os encontreis con otras versiones de ésta misma obra realizadas con otros materiales ó con partes de la misma, todas de su mano, tales como cabeza de mujer que grita, y que en general son encargos particulares que recibió con entusiasmo trás la ejecución de la primera de ellas que vemos ahora. 

francisco de goya - el 3 de mayo en madrid - 1814


 el que Goya presenciara ó no los hechos representados en ésta obra es hoy todavía tema de debate. En lo que si coinciden unánimente toos los estudiosos es en la identificación del lugar del ajusticiamiento, la montaña del Príncipe Pío, para orientaros los que conoceis Madrid, hacia lo que hoy es el concurrrido Templo de Debob, que en esos años no eran más que terrenos incultos que rodeaban algunas propiedades nobiliarias existentes.

La noche del 2 al 3 de Mayo de 1808, como era de esperar, comenzó la persecución y arresto por parte de las autoridades francesas de todo aquel presunto participante en le rebelión. Solamente en éste lugar del Príncipe Pío fueron fusilados esa noche más de 40 personas, como es de suponer, sin juicio previo. Casi con toda certeza, aún cunado Goya no hubiese estado aquí, sí habría visto ese mismo día ó noche, muchos cadáveres en las posturas más inimaginables, tanto de un bando como del contrario. Según he leído en alguna fuente, el fraile que aparece a la izquierda a punto de morir, lo fué en éste lugar y además fué el único religioso ejecutado aquella noche aciaga.

Bién, de ésta obra todo está estudiado y analizado y solo podemos añadir que con ella Goya establece una forma de ver la realidad totalmente diferente a como se venía haciendo hasta entonces en la pintura histórica y costumbrista; Goya se apoya en el claroscuro, esto es evidente, pero la obra al mismo tiempo esta repleta de luz, la luz de un simple farol; además, presentando un hecho real, va más allá hasta convertirlo en un verdadero manifiesto, en un grito atronador contra la injusticia y la crueldad y , en definitiva, contra la venganza humana, haciendo protagonistas del hecho a gente del pueblo, sacados de sus casas en plena noche y aterrorizados ante su inminente final.

Compárese esta obra con la llevada a cabo por Edouard Monet ejecución del emperador Maximiliano de México del año 1867. Una ejecución tranquila, de gran pulcritud, sin apenas violencia.  

francisco de goya - el 2 de mayo en madrid -1814


también llamado la carga de los mamelucos, es, junto con los fusilamientos el 3 de mayo en la montaña del Príncipe Pío, las dos obras e gran formato con las que el pintor aaragonés quiso perpetuar la gloriosa resistencia de un pueblo contra el invasor, en éste caso como sabeis, el invicto ejército de Napoleón I.

Para ello, con la complacencia del gobierno regente, que sufragó los gastos necesarios, emprendió la tarea seis años después de acontecer los hechos, hechos que posiblemente nunca llegó a presenciarlos en persona,

Los famosos mamelucos, aquí desbordados por el ataque desesperado de la población madrileña, muy inferior en equipo e instrucción militar, formaban parte del ejército francés a raíz de su incorporación trás la campaña militar de Napoléon a Egipto en 1801, y, estando acuartelados en Carabanchel, fueron sorprendidos por la rebelión popular. Según me he informado, iban normalmente armados de trabuco, cimitarra, dos pistolas, un puñal y hasta una maza ó un hacha disponible en el arzón de su silla. Todo éste completo arsenal se enfrentó a simples cuchillos, tijeras, utensilios de cocina contundentes, palos,...en fín, cualesquiera cosa capaz de herir ó matar.

La obra es de una voilencia y movimiento exhacerbados. Por su dinamismo puede recordar a algunas de Rubens como San jorge y el dragón ó el rapto de las hijas de Leucipo y a otra de Delacroix ó Gericault. Pero, a diferncia de todas éstas, es de un realismo brutal y de un colorido riquísimo, como es habitual en Goya. La locura del enfrentamiento, el ansia de matar y, al mismo tiempo el miedo a morir  ,se vé reflejado en todos los rostros pero en especial en los de los caballos, que el pintor hace partícipes y protagonistas involuntarios con gran maestría.

francisco pradilla y ortiz - doña juana la loca -1877


de nuevo otra obra de grandes dimensiones, 340 x 500 cms !.

Según se cuenta, trás un partido de pelota y trás tomar para refrescarse un vaso de agua muy fría. Felipe I el Hermoso, hijo del emperador Maximiliano de Habsburgo y esposo de Juana I de Castilla, la "loca", tercera hija de los Reyes Católicos, se encontró mal y ocho días después murió en Burgos, donde, a la sazón, estaba instalada su Corte. Su cuerpo fué embalsamado exceptuando su corazón qué fué enviado de forma inmediata a Bruselas.

Ello ocurrió durante el verano del año 1506 e inicialmente el cadáver fue llevado a la cercana Cartuja de Miraflores. Más, al acercarse la Navidad de ese msmo año, doná Juana, loca de dolor y nostalgia, hizo desenterrar el cuerpo de su amado y emprendió un largo periplo por tierras de Castilla, posiblemente con la intención de correspoder a la voluntad del difunto, tal como había expresado en su testamento, de ser enterrado en Granada. Imaginemos el carruaje funerario tirado por cuatro caballlos y seguido por un gran séquito, entre principales de la Corte, damas de honor, eclesiasticos y sirvientes, soportando día trás día el riguroso invierno de la meseta, saltando de pueblo en pueblo y celebrando funerales y velatorios aquí y allá cuando a la reina Juana le venía en gana.

Uno de estos velatorios ha representado Pradilla en el cuadro que contemplamos ahora, éste como veis en pleno páramo. Menos de un més después, el 14 de enero del siguiente año, Juana, que estaba a todo ésto encinta, dió a luz en Torquemada a la que sería en el futuro reina de Portugal, Catalina. Pero trés meses después tan solo, hizo continuar su largo y tormentoso itinerario que aún se prolongaría otros dos años más. Finalmente su padre, Fernando el Católico la obligó a recluirse en Tordesillas donde permaneció hasta su muerte ...50 años después. mientras su adorado esposo no sería inhumado en la Capilla Real de Granada hasta 1525, donde permaneció esperando a su esposa casi 30 años.

La obra fué premiada con la primera medalla de honor en la Exposición Nacional de 1878, algo excepcional al ser la primera de ésta clase otorgada en este certamen iniciado en 1856. Más aún, exhibido en la Exposición internacional de Bellas Artes de París  de ese mismo año, volvió a recibir una medalla de honor y el Gobierno francés honró a nuestro pintor con la Cruz de la Legión de Honor, y esto tan solo con 29 años de edad. Digamos que Pradilla en definitiva tocó de lleno la sensibilidad de la sociedad de la época, ofreciendo en bandeja todo lo que ésta esperaba de una pintura de carácter histórico: romanticismo exhacerbado, teatralidad, poesía contenida en cada detalle, en fín, algo fuera de la realidad, realidad que refleja la obra, por supuesto, pero que Pradilla lo transforma en un sueño irreal, repleto de dramatismo y misterioso.

martes, 18 de octubre de 2022

diego velázquez -rendición de breda -1634-1635


 algo más pequeño de tamaño que el de Casado del Alisal sobre Bailén. que acabamos de ver, 300x367 cms frente a los 338x500 de éste último, nos da sin embargo la impresión al contemprarlo que está encuadrado en el rectángulo perfecto para la bella escena que representa, tan bella para mi gusto que viene siendo visita obligada cada vez que pongo el pié en la gran pinacoteca madrileña. Uno puede pasarse las horas muertas observando detenidamente todos sus detalles, abundantísimos y de una serenidad pasmosa: en efecto, se respira la paz en esta secuencia final trás una refriega dura y violenta como cualquier batalla.

Del complejo palaciego existente en el antiguo Buen retiro de Madrid durante el reinado de Felipe IV, slo podemos admirar hoy dos edificios: el llamado Casón del Buén Retiro y el edificio del Salón de Reinos que ha sido hasta hace muy poco sede del Museo del Ejército, antes de llevarlo al Alcázar de Toledo.

Velázquez, entre otros, fué designado por Felipe IV para que llevara a cabo alguno de los cuadros que habrían de decorar este magnífico salón de ceremonias. Suyos y de su taller fueron finalmente éste, de la rendición de Breda, que ahora contemplamos y cinco retratos ecuestres de la familia del monarca: Felipe III, su consorte Margarita de Austria, el mismo Felipe IV y por último su hijo el príncipe Baltasar Carlos que moriría de viruela con tan solo 17 años y que en su arrogante retrato a caballo era príncipe de Asturias y heredero universal de todos los Reinos de la Monarquía Hispánica.

El resto de las obras que acabaron adornando sus paredes representaban otras tantas victorias de los ejércitos de su Majestad, en total 11 cuadros, más 10 episodios de la vida de Hércules de Zurbarán.

Parece ser que Velázquez, unos meses después de la toma de ésta ciudad, estratégica en la guerra que se desarrollaba en los Países Bajos, vió en la Corte una representación de una obra de Calderón, el sitio de Breda, y, apoyándose en su texto, fué capáz de transmitir con sus pinceles toda la generosidad y respeto por el derrotado que advertimos emana del general ganador, Ambrosio de Spínola, quién impide a su homólogo justino de Nassau el que hinque su rodilla medianta un suave gesto de la mano en su hombro.

El rostro benevolente del mariscal español es, sin lugar a dudas, el punto central que resume toda la intención de la obra.

sábado, 15 de octubre de 2022

josé casado del alisal - la rendición de bailén -1864


Casado del Alisal, nacido en Palencia, fué discípulo de Federico Madrazo en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En el hemiciclo del Congreso de los diputados de Madrid, podeis ver su obra el juramento de la Cortes de Cadiz del año 1862, pintado durante su estancia formativa en París cuando contaba 29 años de edad. Previamente había estado becado en Roma y después en Nápoles, Milan y Venecia.

Tiene éste pintor el mérito de haber contribuido con sus iniciativas a dar a conocer la obra de uno de nuestros más insignes escritores de su época, gran amigo suyo, Gustavo Adolfo Bécquer. Se ad-
miraban mutuamente y colaboraron juntos en algunos artículos publicados en el diario La Ilustración de Madrid. Gustavo acudía con frecuencia al estudio de pintura de Casado, más aún, en muchos de sus artículos periodísticos ensalzó algunas de sus obras reconociendo a su amigo como un gran pintor en alza que había que tener en cuenta. Como contrapartida Casado tuvo la feliz idea, el mismo día de la muerte del poeta, de publicar toda su obra, para lo cual reunió a un grupo de amigos en su misma casa quienes tomaron la decisión de abrir una suscripción pública para llevarla a cabo. Gracias a ello la obra de  Bécquer es mundialmente conocida y admirada.

El lienzo que veis ahora obtuvo medalla de segunda clase en la Exposición Nacional de 1864 y en ella se representa la capitulación del temido ejército francés el 22 de julio de 1808 en Bailén, un episodio trascendental y definitivo de nuestra Guerra de la Independencia.

Que Casado del Alisal pudiera haberse fijado en el famoso lienzo de Velázquez de la rendicón de Breda, se da por descontado, pero, es mi opinión que su temática, común para ambos, casi obliga a una disposición centrada de sus dos principales protagonistas, los generales ganadores y derrotados, acompañados de sus ejércitos respectivos a ambos lados. Cualesquiera otra disposición, habría desequilibrado la escena ó, al menos, la habría complicado sobremanera, derivando casi con seguridad en algo muy inferior;  esta consideración sería también aplicable a la rendición de Granada de Francisco Pradilla, para mi gusto además, exquisito, lleno de luz y maravillosamente centrado.

Sin embargo, saliéndose de ésta estructura, tenemos también en el Prado la rendición de Juliers de Jusepe Leonardo, donde toda la escena queda desplazada hacia la derecha, con lo cual ésta parece desequilibrada, incompleta y, en definitiva, falta de emoción.

jueves, 13 de octubre de 2022

emilio sala - expulsión de los judíos - 1889


bueno. ahora abordamos la obra de un grandísimo pintor español, quizás, dentro de su género, de los mejores con que contamos en las postrimerías del siglo XIX, no solo por sus realizaciones pictóricas de todo tipo, sino por su consideración de maestro de toda una generación de pintores. Su ensayo titulado la gramática del color fué manual de consulta indispensable para todo pintor de su época.

Aunque incluída por su tema ésta obra en la exposición del Prado que estamos siguiendo, no es sin embargo este género historicista el que más puede caracterizar a Sala, dado que en realidad solo llevó a cabo tres obras que pueden ser consideradas integradas el. Entre ellas figura la llamada prisión del Príncipe de Viana, del Museo del Prado, galardonada con medalla de plata en la exposicion Nacional de Madrid.

En efecto, bién pronto comenzó a hacer una pintura más moderna, más colorista, mucho más naturalista, cosa que podeis apreciar en sus trabajando en el jardín ó muñeca abandonada, perteneciente ésta última al Museo Thyssen de Málaga.

Sala fue también en algunas ocasiones requerido para decorar locales, entre ellos las cafeterías de la capital de España más conocidas y concurridas de su época, la Cantina Americana, para la que llevó a cabo sobre lienzos separados temas tales como la manzanilla, el champán, el bocadillo ctr., y el restaurante Fornos donde, a su vez, representó obras relacionadas con el té, el café, el vino... en fín, como veis tenía una gran predisposición para incorporar en sus obras todo tipo de innovaciones relacionadas con la decoración artística y facilidad para hacer suyos cualquier avance y novedad que se cruzara en su carrera.

La obra que estamos contemplando fué presentada sin ningún éxito en la Exposición Universal de París del año 1889, pero si lo alcanzó en la de Madrid del año siguiente y definitivamente en la de Berlín un año después, donde fue galardonada con medalla de oro; en vista de ello, el Estado español la compró para incorporarla al Museo del Prado.

Es una obra muy estudiada y valorada por los estudiosos ya que, observarla con atención, incorpora algunas innovaciones respecto a lo que, como norma general, marcaba la mayor parte de otras obras de éste género:

en efecto, en primer lugar su formato es vertical en vez de horizontal.

siendo un ámbito reducido el que acoge toda la escena, su concepción espacial, dejando bastante vacío el primer plano, hace parecer la estancia muyo más grande

sitúa al judío, interpelado ante sus inquisidores, completamente de espaldas, remarcando su "innoble" condición de reo.

Torquemada, posiblemente es él, invocando violentamente un gesto acusador, descaradamente está de espaldas a los mismísimos Reyes, que permanecen ausentes y rígidos en segundo plano, enfatizando así la preponderancia eclesial en el asunto

por último, la ejecución es mucho más suelta y luminosa, anticipo de toda su obra posterior, acercándose ya a los próximos pintores mediterráneos.        

martes, 11 de octubre de 2022

jose moreno carbonero - príncipe carlos de viana -1881


 el mismo año de la ejecución de ésta obra, Moreno Carbonero lo presentó en la Exposición Nacional consiguiendo una primera medalla. El cuadro es de grandes proporciones, 310 x 242 cms., siguiendo la costumbe establecida, casi de forma oficial, para los artistas becados en estos años de finales del XIX.

el príncipe Carlos de Viana: quién era este famoso personaje y en que época vivió?

pués se trata nada menos que del heredero de la Corona de Aragón, por su padre Juan II, y de Navarra, por su madre. Nacido en 1421, para su desgracia y de manera totalmente injusta, nunca reinó. La historia de su vida es un contínuo vaivén de idas y venidas, períodos de encarcelamiento y libertad, aclamaciones unánimes y largos olvidos, hechos todos ellos que repercutirían enormemente  en las luchas llevadas a cabo entre sus propios partidarios y sus enemigos declarados. Todo este sinfín de avatares tuvieron una causa con nombre propio: doña Juana Enríquez, segunda esposa de su padre, es decir, su madrastra, quién, desde el mismo momento de su matrimonio persiguió tenazmente a su hijastro, intensificándose sus empeños tras dar a luz un hijo, Fernando, quién más atarde se convertiría en Fernando el Católico ó Fernando II de Aragón . 

Entre padre e hijo existió sin embargo una relación de amor y odio, quizá más de lo primero que de lo segundo, pero los constantes cambios de actitud de su progenitor le llegaron finalmente a sumir en un estado de total pasividad hasta recluirse en un cenobio en la ciudad de Mesina, donde se dedicó por entero al estudio, la poesía y la literatura. De ahí que Moreno Carbonero le haya representado bién rodeado de libros y manuscritos, enfatizando su lánguida existencia con la presencia del perro relajado y profundamente dormido. Además la estancia presenta un estado de abandono, sucia y desordenada.

A punto de obtener del rey su padre los gobiernos de cataluña y el Rosellón, una grave epidemia acabó con la su vida el año de 1461 contando 40 años.

por cierto, la actual princesa de Asturias, su alteza real Leonor de Borbón y Ortiz, es tambíén la titular del Principado de Viana, incluído en el reino de Navarra.  

jean baptiste bertrand - los hermanos de la muerte - 1963


pintor nacido en la ciudad francesa de Lyon donde estudió en su Escuela de Bellas Artes, pasando a los 20 años de edad a la de París donde pronto comenzó a presentar sus obras en su Salón anual. No tardaría sin embargo en visitar Italia donde prolongaría su estancia cinco años entrando en contacto con los nazarenos, un grupo de pintores encuadrados dentro del romanticismo alemán de esos años que trataban de revivir en sus obras esa espiritualidad y pureza que veían en el arte cristiano medieval y que rompía drásticamente con el neoclasicismo imperante.

Especialmente aquellos que trabajaban en Roma se esforzaban por llevar, en consonancia con su arte, una forma de vida monacal, de total recogimiento y en contacto con la naturaleza; por sus largos cabellos comenzaron a ser llamados nazarenos. Os paso algunos de sus más famoso cuadros que con seguridad habreis visto en alguna ocasión :

- peter von cornelius - sagrada familia 1809-11 

-johann friedrich overbeck - italia y alemania - 1932 

Volviendo a la obra que vemos de Bertrand hemos de puntualizar que se trata de un boceto para la ejecución posteror del lienzo de éste nombre, y en el que podemos ver a varios de los hermanos de la cofradía laica de San Giovanni Decollato recogiendo un cadáver para darle digna sepultura, tarea a la que se dedicaban entre gente pobre, menesterosa, condenados e incluso, asesinados.

Bertrand se interesó también por la fotografía y la litografía y en su última etapa de artista llevó a cabo quizás sus obras más conocidas, todas ellas alegóricas ó bién encuadradas dentro de la pintura de género. Así, reconocereis sin duda sus famosas , Muerte de Virginia de 1869 ó Muerte de Ophelia de 1872

viernes, 10 de junio de 2022

dios Padre ó Padre Eterno - francesco albani

atribuido sin discusión por casi todos loa autores a Albani, basándose en los rostros un tanto afeminados que concuerdan con los que vemos en apóstoles alrededor del sepulcro de la Virgen, que vimos en una de las primeras entradas de ésta visita.
 Para mi gusto, este fresco, situado en el cupulín más superior, es el más bello de todos , por su delicadeza de formas y por su perfecta y equilibrada composición.

 

San Diego de Alcalá recibiendo limosna - annibale carracci - francesco albani


 

predicación de San Diego -annibale carracci - sixto badalocchio

por la delicadeza de las formas y la finura que se desprende de toda la composición, los principales estudiosos de la obra ven en ella la mano de Sixto Badalocchio, notable pintor y grabador parmesano que trabajó junto a Annibale Carraci muchos años en Roma y que es autor, junto a Giovanni Lanfranco, de la famosa serie de grabados que componen la Biblia de Rafael, realizados a partir de los freacos vaticanos de Rafael.
 

 

San Diego recibe el hábito franciscano -annibale carracci - francesco albani


 

atribuida casi unánimamente a Carraci, representa el momento en que San Diego se dispone a ser investido con el hábito franciscano, tras haber dejado a familia y amigos. El lugar parece ser un pequeño monasterio no lejos de Córdoba, San Francisco de Arrizafa, y el hábito que ha decidido llevar es el más humilde de la Orden, reservado a Menores, frailes legos que se ocupan de tareas comunes, sin acceso en ningún caso al coro.    

San Diego salva al muchacho dormido en el horno -annibale carracci - francesco albani


 

aparicion de San Diego a los peregrinos encima de su tumba -annibale carraci - giovanni lanfranco - 1604-5


 

el milagro de las rosas - annibale carracci -francesco albani - 1604-5

esta escena representa otro de los milagros más celebrados de la vida de San Diego, aquel que según se cuenta tuvo lugar encontrándose como cuidador de la portería, donde habitualmente acudían, tal como vemos, multitud de pobres y menesterosos en busca de algo que comer. El Santo debía excederse con frecuencia en su generosidad y descubierto en ésta ocasión por sus superiores, viendo lo abultado de sus mangas y hábitos por el pan que llevaba, abriose mostrando éste convertido milagrosamente en rosas. 

Otros pintores del siglo XVII, entre los que se encuentran Francisco de Zurbarán, del que se conocen tres cuadros del tema, José de Ribera ó Bartolomé Esteban Murillo, dieron testimonio en su obra de éste acontecimiento

 


 

viernes, 3 de junio de 2022

san pablo - annibale carraci /giovanni lanfranco


 asiduo colaborador de Annibale Carraci desde su llegada a Roma con poco más de veinte años, nos presenta en éste fresco que flanqueaba junto al San Pedro el gran cuadro del altar de la capilla, un San Pablo de inteligente mirada que parece apretar en su mano izquierda algunos de sus escritos ó epístolas.

Tras de muerte de Carraci, Lanfranco regresó a su ciuad natal, Parma, donde desarrolló una gran y magnífica carrera como decorador al fresco de numerosas iglesias. Pasó posteriormente a Nápoles y, trás doce años trabajando en ésta ciudad italiana, volvió a Roma donde murió.

De sus numerosa obras os traigo los maravillosos frescos que decoran la cúpula de la iglesia de  Sant´Andrea della Valle , una visita obligada si visitais la ciudad eterna. 




lunes, 23 de mayo de 2022

san pedro - annibale carracci / francesco albani


 esta pintura al fresco iba al lado derecho del frontal del altar, formando pareja con san Pablo a la izquierda, y entre ambos, presidiéndolo, san Diego de Alcalá presenta el hijo de Juan de Herrera a Jesús, cuadro al óleo de autor controvertido y que ,desde luego, no llega al nivel del resto de los frescos que decoraban la capilla.

San Pedro se atribuye por unanimidad a Albani, pintor boloñés, que colaboró, ya en Roma hacia 1600, en una de las más importantes obras de decoración, la del Palacio Farnese, a las órdenes de Carracci. Allí  ambos pintores con la ayuda de Agostino Carracci y Ludovico Carracci, hermano y primo de Annibale respectivamente, acometieron la tarea de pintar al fresco la gran bóveda de cañon del piso principal 

miércoles, 18 de mayo de 2022

curación de un jóven ciego - francesco albani


 

el año 1604 Carracci recibió del noble español Juan Enríquez Herrera el encargo de llevar a cabo la decoración y trabajos aplicables de la capilla de su propiedad en la iglesia de San Giacomo degli Spagnoli, en el mismo lugar que hoy ocupa la de Nuestra Señora del Sagrado Corazón en la plaza Navona de Roma.

La capilla en cuestión estaba dedicada al parecer al franciscano y santo Diego de Alcalá, objeto de culto y veneración por sus obras y por sus curaciones milagrosas; entre ellas, parece ser, estaban las del mismísimo infante don Carlos, hijo de Felipe II de España quién, como sabeis, a pesar del milagro, tuvo una vida corta y desdichada. Pero también intervino milagrosamente en la del propio hijo de Herrera. De ahí que los milagros de San Diego sean el principal motivo de los frescos que la decorarían y que vamos a ver ir siguiendo. 

Este que vemos estaba situado en uno de los muros laterales de la capilla y representa al santo con un recipiente de aceite en su mano izquierda mientras con su derecha pasa éste suavemente sobre los ojos del invidente. El fresco es atribuído casi con unanimidad a Albani de quién incluso se conservan dibujos preparatorios en el Museo Nacional de Estocolmo. 

jueves, 5 de mayo de 2022

annibali carracci - asunción de la Virgen -1604


Para mí la mejor obra que se expone en ésta exposicion sobre los frescos de la Capilla Herrera. Es el auténtico Carraci, sin ninguna otra intervención. Solo por verla merece la pena la visita: su sencillez, la suavidad de sus líneas y de sus tonos y la armonía del conjunto destacan de forma indiscutible sobre el resto de los frescos expuestos, aún siendo muchos de ellos bellísimos.   

francesco albani - los apóstoles alrededor del sepulcro vacío de la Virgen (detalle) -1604-5


 

el conjunto al que pertenece éste detalle, la Asunción de la Virgen, estaba situado sobre el arco de entrada de la capilla Herrera, por su exterior. Podemos ver a cuatro de los ocho o nueve apóstoles que Albani agrupa alrededor del sepulcro, ya vacío; el más jóven e imberbe será san Juan, como es tradicional, y el de la izquierda es sin duda san Pedro con el sudario entre sus manos y las llaves, según podeis ver en la entrada anterior de la Asunción; además su fisonomía se corresponde exactamente con el otro san Pedro que el mismo Albani llevó a cabo para uno de los lados del altar y que veremos en otra entrada.   

annibale carraci - francesco albani -la asunción de la Virgen - 1604


 

Esta exposición reune, por primera vez desde 1833, un conjunto de pintura mural de excepcional importancia y que puede considerarse el gran desconocido del catálogo de Annibale Carracci: los frescos que se conservan de la capilla de la familia de Juan Enríquez de Herrera en la iglesia de Santiago de los Españoles de Roma, que por entonces estaba situada en la Plaza Navona y que hoy ya no existe.La reciente restauración de los siete frescos conservados en el Prado y la colaboración del Museu Nacional d’Art de Catalunya y la Gallerie Nazionali di Arte Antica Palazzo Barberini de Roma han permitido el estudio, conocimiento y puesta en valor del conjunto.El extraordinario montaje de la exposición permitirá al visitante recorrer las diferentes alturas de la capilla y recrear su decoración.

En los primeros años del siglo XVII, Annibale Carracci (Bolonia, 1560 – Roma, 1609) se comprometió con Juan Enríquez de Herrera a pintar al fresco la capilla de su familia en la iglesia de Santiago de los Españoles de Roma. Carracci ideó todo el conjunto y llegó a ejecutar algunos frescos antes de que en 1605 sufriera una grave enfermedad que le apartó del proyecto, delegando la ejecución de las pinturas en Francesco Albani.

A pesar de que se trata del encargo más importante recibido por Carracci en el final de su carrera, estos frescos, que reproducen escenas de la vida de san Diego de Alcalá, franciscano andaluz fallecido en 1463, son prácticamente desconocidos en su conjunto para el gran público debido, entre otras circunstancias, a su dispersión.

El arranque de las pinturas de los muros de la capilla a causa del deterioro de la iglesia, provocó que, de los diecinueve fragmentos de pintura mural existentes, solo dieciséis llegaran a España (7 fragmentos se conservan en el Museo Nacional del Prado y 9 llegaron a la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi desde donde fueron depositados en el MNAC), y los tres restantes se depositaran en la iglesia romana de Santa María de Montserrat, donde no han podido ser localizados. Allí se trasladó también el cuadro del altar, donde hoy continúa.

El conjunto del Museo Nacional del Prado está formado por siete frescos. Los primeros son los cuatro trapecios que decoraban la bóveda de la capilla y que narran asuntos relativos a la vida del santo protagonista: San Diego recibe limosna, la Refacción milagrosa, San Diego salva al muchacho dormido en el horno y San Diego recibe el hábito franciscano. Además, el Prado posee tres de los óvalos que se situaban en las pechinas: San Lorenzo, San Francisco y Santiago el Mayor. Estas obras se exponen por primera vez después de su reciente restauración.La gran mayoría de éstas obras las presento en entradas sucesivas.

Esta que estamos viendo pertenece al Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) de Barcelona qué también almacena en sus fondos la Predicación de san Diego, la Curación de un joven ciego, la Aparición de san Diego en su sepulcro y el Milagro de las rosas así como el Padre Eterno, extraído del cierre semiesférico de la linterna y san Pedro y san Pablo, santos que flanqueaban el cuadro del altar en el muro testero de la capilla.

Carracci contó desde el inicio con la ayuda de uno de los pintores de su círculo, Francesco Albani (1578-1660), colaboración que se vio alterada a finales de 1604 o principios de 1605 por una grave enfermedad del maestro, que le impidió continuar su trabajo. A partir de entonces, fue Albani quien, bajo la supervisión de Carracci, se encargó de la dirección de la pintura.

En 1833, y como consecuencia del deterioro de la iglesia, se encomendó a Pellegrino Succi el arranque de los frescos. El escultor Antonio Solá dirigió toda la operación y, finalmente, en 1850, consiguió embarcar dieciséis pinturas en el puerto de Civitavecchia con dirección a Barcelona, donde permanecieron nueve de ellas, mientras que otras siete viajaron a Madrid. El cuadro del altar fue depositado en la iglesia de Montserrat de Roma, donde permanece. Desde entonces, es la primera vez que este conjunto se reúne.

Las pinturas al fresco se iniciaban habitualmente por la parte más alta, para evitar con ello que sucesivas intervenciones ensuciaran lo ya realizado. Es por ello por lo que, en el exterior de la capilla, Carracci y Albani comenzaron su trabajo por el fresco ubicado en el nivel superior, la Asunción de la Virgen, para continuar con los Apóstoles alrededor del sepulcro vacío de la Virgen.

Ocupado en la Asunción, Annibale sufrió una violenta enfermedad que le impidió continuar, razón por la cual el fresco de los apóstoles corrió a cargo de Albani, quien asumió a partir de ese momento la dirección del proyecto. Ambas pinturas son dos de las más bellas de todo el conjunto, y los Apóstoles alrededor del sepulcro es, además, la más colorista, quizás por su situación en el exterior de la capilla.

 (extraído del catálogo de la exposición editado por el Museo del Prado)