una vez contrajo matrimonio Eduardo Rosales en Madrid el año 1868, y, siendo ya un pintor de renombre, especialmente tras el éxito alcanzado en la Exposición Nacional de 1864, los encargos de todo tipo comenzaron a llegar, tanto desde la Iglesia, como desde la aristocracia y del mundo de la política.
La que vemos ahora es una obra de encargo qué, por su tamaño, 58 x 106 cms. no está entre aquellos de gran formato destinados a museos, grandes exposiciones ó estancias nobles y palaciegas, sino más bién a salones de viviendas particulares de la clase burguesa en alza.
Rosales, pese a su independencia temática y a su avanzada técnica, participó del movimiento historicista de todos esos años como lo prueba ésta y otras muchas obras.
Una tiple arcada sirve de fondo a la estancia donde se desarrolla la escena. A la derecha sitúa una escalera por la que descienden las damas de compañía de Doña Blanca. Al parecer el pintor se fijó en el palacio del Podestá de Florencia
Doña Blanca, hija de juan II de Navarra. es condenada a prisión por su propio padre por negarse a contraer matrimonio con Carlos, duque de Berry, hijo de Luis XI de Francia, y así, vemos como Mosén Pierres de Peralta la va a entregar al captal del Buch en presencia de sus oficiales a la izquierda. Como aclaración,"captal" era un título feudal que equivalía a capitán ó primer jefe, y Buch es el nombre de una localidad de la Aquitania, con puerta al Atlántico, en la zona francesa de las Landas.
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