iniciamos con este pintor francés, nacido a mediados del siglo XVIII, exactamente en el año 1750, la exposición presentada en el Museo Thyssen de Madrid bajo el título Impresionismo y aire libre, de Corot a Van Gogh , que no puede ser más sugestivo pero qué también puede llamar a engaño. Lo que vamos a ver en las siguientes entradas no es una serie de cuadros de los que actualmente conocemos como impresionistas, sino más bién la sucesión de ellos que pudo desembocar en éste tipo de pintura tan valorada hoy en día por los críticos y sobre todo por el público en general. Por supuesto la exposición muestra bastantes obras pertenecientes por entero a esta corriennte artística, pero también muchas otras que todavía, ni mucho menos, lo son.
Podríamos partir de los vedute, generalizados por toda la Europa del siglo XVIII, y de los que hemos ya hablado al presentar la exposición Arquitecturas pintadas. Dentro de ésta podeis consultar las entradas Gaspar Van Bittel - Plaza de San Pedro y Claudio de Lorena -Puerto con villa Médicis que pueden aclarar este momento particular de la historia del paisaje en el arte europeo.
En este modo de hacer vedutista tuvieron gran influencia pintores como el mencionado Claudio de Lorena y Nicolas Poussin y en especial la pintura paisajística holandesa que ya desde un siglo ántes había alcanzado un gran nivel de desarrollo y potenciado un tipo de paisaje mucho más real y libre de lo que era habitual.
La figura de Valenciennes es el primer eslabón que encontramos en éste desarrollo, pués es definitiva su aportación al modo de hacer en lo qué a la pintura del paisaje se refiere.Durante cuatro años, de 1778 a 1782, trabajó en Roma donde llevó a cabo una serie de paisajes, tomados directamente en el campo, en la naturaleza. Esto, me podeis decir, no debería ser ninguna novedad, en general casi nadie se ha inventado detalles de paisajes, como plantas, árboles, ciudades, torres lejanas, rocas, animales...entre otras cosas porque es mucho más fácil para cualquier pintor, sea cual sea su talento, copiar "del natural" que intentar inventarse ó recordar las formas caprichosas que éstos elementos naturales normalmente presentan.
En este modo de hacer vedutista tuvieron gran influencia pintores como el mencionado Claudio de Lorena y Nicolas Poussin y en especial la pintura paisajística holandesa que ya desde un siglo ántes había alcanzado un gran nivel de desarrollo y potenciado un tipo de paisaje mucho más real y libre de lo que era habitual.
La figura de Valenciennes es el primer eslabón que encontramos en éste desarrollo, pués es definitiva su aportación al modo de hacer en lo qué a la pintura del paisaje se refiere.Durante cuatro años, de 1778 a 1782, trabajó en Roma donde llevó a cabo una serie de paisajes, tomados directamente en el campo, en la naturaleza. Esto, me podeis decir, no debería ser ninguna novedad, en general casi nadie se ha inventado detalles de paisajes, como plantas, árboles, ciudades, torres lejanas, rocas, animales...entre otras cosas porque es mucho más fácil para cualquier pintor, sea cual sea su talento, copiar "del natural" que intentar inventarse ó recordar las formas caprichosas que éstos elementos naturales normalmente presentan.
-Oiga, ¿y qué me dice de los pintores prehistóricos de Altamira ?
-Mire, esos posiblemente sí pintaban de memoria, pero incluso pudieron copiar animales ya cazados. Con ésto lo que quiero dar a entender es que la naturaleza y el paisaje han sido siempre complemento de la pintura en general desde tiempo inmemorial.
Pero una cosa es introducir la naturaleza como ese complemento y otra muy distinta decidirse a que ésta sea el protagonista exclusivo de una obra de arte, y aquí es donde entra nuestro pintor, y sobre todo que ésta sea considerada de arte mayor y no una mera disciplina formativa ó de segunda clase. En efecto, Valenciennes, influído por esos cuatro años de pintura en plena naturaleza y quizá también trás su contacto allí con el pintor Claude Joseph Vernet (1714-1789), ya paisajista al aire libre y pintor de marinas qué le instruyó en el uso de la perspectiva, llevó a cabo muchas de sus obras enteramente en plena naturaleza, esto es, no como simples estudios previos, sino como obras completas al óleo. Y aquí traemos una de ellas en la qué como veis todas estas novedades se dan una por una. La naturaleza no sirve de acompañante de ninguna escena bucólica ó mitológica, ni es el escenario de ninguna acción bélica ó religiosa. Es simplemente lo que reza su título : alrededores de nemi, rocas y vacas. Lo que ve su ojo en ese momento del día, sin idealizaciones ni iluminaciones especiales. Toda una novedad. Y, además, lista y definitiva para ser presentada en cualquier salón del máximo prestigio
Valenciennes, dieciocho años después de la ejecución de ésta bellísima obra publicaría un importante tratado sobre paisaje y perspectiva de gran influencia en muchos paisajistas posteriores y de la que el mismo Camille Pissarro diría mucho más tarde qué "aunque antiguo es el mejor tratado sobre el tema" . En esta obra sienta las bases de la pintura al aire libre y hace hincapié en que el pintor reproduzca cuidadosamente los detalles del paisaje, que procure reproducirlo en diferentes horas del día y lo traten de hacer en el menor tiempo posible, sobre todo si se trata de amaneceres ó puestas de sol cuando la intensidad de la luz cambia más rápidamente.
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