se trata de una pintura un tanto emotiva al ser quizá la última de su vida, pués murió ese mismo año y la dejó inacabada. Desde luego, no hay más que verla, está dentro del estilo libre y espontáneo de su madurez como artista que ya hemos comentado en otras entradas de esta Exposición.
Al parecer rosales viajó el año 1872 a Medina del Campo (Valladolid) donde visitó su castillo. En el Museo del Prado se puede encontrar un boceto preparatorio en el que aparecen algunos torreones de ese castillo, el Castillo de la Mota, con tonalidades casi idénticas a las de la obra final, y que se debería sin duda a esta visita, lo cual indica que, una vez más, puso un gran interés y dedicación en su elaboración.
Sentada en un poyete de piedra en medio de un vendaval, la infanta doña Juana, hija de loa Reyes Católicos y madre del futuro Carlos I de España, tras haber dado a luz a uno de sus hijos, se resiste a volver al castillo, obsesionada con su deseo de viajar para reunirse con su queridísimo esposo, Felipe el Hermoso, trás recibir una carta suya pidiéndo verla y qué, a la sazón, se encontraba en Flandes con algunos de sus hijos desde hacía 11 meses.
Su mayordomo señala la figura de un anciano revestido de púrpura a la derecha que sin duda se trata del Cardenal Cisneros, enviado por la propia reina madre Isabel la Católica para intentar mantener retenida a su hija en Medina.
La figura de Juana, abrigada con manto negro y con los cabellos al viento, nos traen a la memoria otra doña Juana, esta vez debida al pintor Francisco de Pradilla en su famosísima obra doña Juana la Loca, de tan solo cuatro años después, 1877 , también propiedad del Museo del Prado e incluida en este blog, y en la que el viento también alborota el pelo y levanta el velo fúnebre de la infanta, aunque en sentido opuesto a la de Rosales, pero no es ni mucho menos desacertado el ver cierta similitud en la disposición de la escena y en la aptitud desolada de doña Juana. No en vano Francisco Pradilla es considerado por muchos un continuador de la obra de Rosales.
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