su postura recuerda mucho a otra obra bastante famosa, una escultura del año 1861, titulada Bañista, del pintor y escultor alemán Reinhold Begas, con quién coincidió Rosales en Roma.
La llevó a cabo en un solo día y es muy posible que su modelo fuese Nicolina, frecuente en su estudio. Se trata de una pintura abocetada, un simple estudio hecho con rapidéz y precisión y con una paleta sobria pero acertadísima: veladuras de rosas suaves y delicados a las que contrapone pinceladas verdosas, largas y de apariencia descuidada, y con las que consigue una transparencia sin igual de la piel de la muchacha. Todavía es más espontáneo y sutil, y os pido que amplieis al máximo la imagen, pintando su pelo, donde llega a raspar la pintura con el mango del pincel, o la parte inferior de sus nalgas. Para mí se acerca a algunos de los más importantes pintores impresionistas, como Renoir ó Degas.
Algunos estudiosos han llegado a considerar esta obra como el más hermoso desnudo de la pintura española del siglo XIX. En este momento le quedaban tan solo cuatro años de vida. Hasta donde habría llegado sin esa muerte prematura....?
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