miércoles, 18 de enero de 2023

luis paret y alcázar - comitiva preparándose para un baile de máscaras - 1767-70

nacido el año 1746, el mismo año que Francisco de Goya, de madre española y padre francés, el niño Paret se matriculó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid con tan solo 11 años, bajo la tutela artística de Antonio González Velázquez , que por entonces ya había llevado a cabo la decoración pictórica de la cúpula y las pechinas de la iglesia de la Santísima Trinidad de los Españoles en Roma. Con 17 años tuvo la suerte de poder viajar a la Ciudad Eterna como pensionado, gracias a la oportunidad que le brindó el infante don Luis de Borbón, hermano del rey Carlos III, donde permaneció hasta 1766.

La obra que vemos es de un año después y no deja de ser curioso el hecho de que, acompañando a su firma el artista nos informa de su edad en ese momento, 21 años, quizá para destacar orgullosamente su precocidad en esto de las bellas artes. También hay que constatar otra particularidad que la caracteriza, y es el tratarse sin lugar a dudas de ser el primer cuadro sobre el tema de las máscaras que se pintaba tras la prohibición de este tipo de festejos en España por Felipe V. Levantada ésta, Paret conmemora así el Carnaval de Madrid de 1767, fiestas que a partir de ahí se permitieron pero sometidas a un control especificado en un Reglamento.

Permitirme que os traiga siguiendo con ello un comentario muy sabroso sobre las normas aconsejadas en esta nueva regulación;(extraído del comentario de la pag. del Museo del Prado) :

El 4 de enero de 1767 se publicó por orden del gobierno un minucioso reglamento de los bailes en máscara para garantizar “la tranquilidad, decoro, y prudencia con que deben concurrirla, los que la gocen; pues el efecto de la máscara iguala a cuantos la usan, en la confianza de ser todas personas bien intencionadas, respetuosas del público, de civil educación, y adictas a las disposiciones del buen gobierno”. Todos los disfraces tenían que ser confeccionados para ese fin, y las telas debían ser de buena calidad para evitar cualquier indecencia, aunque sin ser preciosas ni estar guarnecidas con adornos delicados como gasas o flores, pedrería o perlas, “aunque sean falsas”, “pues igualándose todos por la máscara, no hacen al caso distinciones demasiado sobresalientes, que tal vez se determinan a usar personas sin conveniencias para ello; consistiendo la principal diversión de la máscara en la mucha concurrencia, en la variedad de trajes, en la conveniente decencia de ellos, en hablar, bailar y entretenerse con el grueso de objetos, que se presentan”. Los “vestidos de disfraz de húngaro, armenio, marinero arriero e inglés” y los “zapatos y guantes de máscara” se vendían o prestaban siempre "con permiso superior", y estaban prohibidos los disfraces de magistrados, eclesiásticos o religiosos.

Os aconsejo que leais el resto del comentario en: 

https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/baile-en-mascara/993b2b5a-c5c7-4938-b315-291986103c2b 

Seis años después volvió la prohibición

Para mi gusto, esta es la obra más bella exhibida en esta exposición, en la que más se aprecia el gusto rococó y en la que el colorido se manifiesta más suave y delicado. En palabras de Juan J. Luna, Jefe del Departamento de Pintura del siglo XVIII del Museo del Prado,..... Paret es como un meteoro que aparece de pronto en el escenario artístico de la España del XVIII.......Esto es, algo muy distinto de lo que se venía pintando, un caso singular, algo excepcional del que debemos sentirnos orgullosos. 

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