jueves, 21 de febrero de 2013

edward hopper - casa junto a la vía del tren 1925



quizás uno de los más famosos y más significativos cuadros de ésta época .El año anterior al de la creación de éste cuadro, Hopper ,cada vez más conocido y admirado , había mostrado sus grabados , todos de los años inmediatamente anteriores, como ya habíamos dicho anteriormente, en el Museo de los Angeles, en el Instituto de Arte de Chicago, en el Museo Brookling y en el el Whitney Studio. El verano de ese año , los Hopper viajaron desde Julio a finales de Septiembre hasta Nuevo México y Colorado, pasando por Chicago y las cataratas del Niágara. Sin embargo la desnuded del paisaje de esta parte de Estados Unidos y su salvaje naturaleza no fueron para el pintor aparentemente una fecunda fuente de inspiración. Como hemos visto prefirió introducir en sus obras ranchos , cabañas, casas y , desde luego , el ferrocarril. De éste año es su famosa acuarela D.&R.G.Locomotive  que hacía el servicio en la línea de Denver y Río Grande.  Esta casa pudiera ser cualquiera de las que hemos visto copiadas por el pintor en la ciudad de Gloucester y en muchas otras, e incluso cuando se le preguntó a su mujer , Jo, por su existencia real y su localización, acabó diciendo que podría haber salido de la imaginación de su marido, quién había visto y dibujado , cosa totalmente cierta, gran cantidad de ellas. Pero , sin embargo, la que nos ocupa tiene algo diferente, se percibe un extraño misterio.
De entrada, en efecto, la casa no está ubicada en ningún lugar concreto, a diferencia de la mayor parte de las que pintó. Está en medio de la naturaleza desértica, solitaria , abandonada y de espaldas al progreso a pesar de ver pasar el moderno tren de vapor a escasos metros de su fachada. Y está repleta de nostalgia, ¿de París una vez más?. Bueno, es una casa victoriana perteneciente a la adolescencia y la  juventud del pintor, pero decididamente es ya agua pasada, con sus cubiertas en mansarda, casi exageradamente amaneradas, sus ventanas y buhardillas y sus grandes aleros que conforman un edificio diseñado un poco a propósito, un edificio casi irreal. Para colmo le adjudica tres hermosas chimeneas rojas que son toda una declaración.
 Por eso no deberíamos desechar totalmente lo de la nostalgia parisina ; téngase en cuenta que el francés fué un idioma muy frecuentado por los Hopper en muchas de sus manifestaciones románticas usadas en dibujos e ilustraciones, a pesar de que nunca volvieron a Europa y aunque su viajar fué constante ,solo lo fué por su querido y enorme país. En la Navidad de 1923 le dibujó a su mujer una tarjeta en la que ambos aparecen reclinados frente a un gran ventanal en el que se ve, bajo la luna llena, la silueta clarísima de Notre Dame de París y que contiene en su parte inferior seis versos en francés del poema La Lune Blanche que Paul Verlaine compuso para su prometida.

La imagen de ésta casa puede recordaros algunas de las mansiones que aparecen en algunas películas. Bién , sin ser, a mi entender, demasiado definitiva la relación que pueda haber entre algunos directores de cine y la obra de Hopper, sí es cierto que, ésta y otras de sus obras contienen elementos que recuerdan otros de algunas películas conocidas. Por supuesto el primer cineasta al que se podría aplicar esta coincidencia, voluntaria o no, sería el gran Alfred Hitchcock. A todos nos recuerda casa junto a la vía del tren la casa de Bates y su imaginada madre en la película Psicosis. No creo que Hitchcock buscase una casa parecida para llevarla al film, pero desde luego nos puso una tan pasada, solitaria y nostálgica y sobre todo tan llena de misterio como la del pintor; y , además sí que se parecen. Para otros, la escuela que aparece en la película del mismo autor Los pájaros tiene ese mismo carácter, esta vez quizá por encontrase apartada del pueblo, en un alto y expuesta a la voracidad de las enloquecidas aves , mientras que otros piensan en la película de Rebeca y su aplastante mansión. A mí también me recuerda el rancho que aparece en la película de George Stevens, Gigante, también impresionante en su soledad y aislamiento, como tantos habría en el inmenso estado de Texas de aquellos años.

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