martes, 9 de enero de 2018

henri de toulouse-lautrec - autorretrato 1893





Genial dibujo de su propia caricatura realizado a tinta con pincel sobre el reverso de un ejemplar de su cartel para el Divan Japonais que mostraremos más adelante. Se trata de un hombre de tan solo ventinueve años, su edad en ese año de 1893 en que posiblemente lo llevó a cabo. Sería un dibujo más entre los muchos que sin lugar a dudas haría de forma constante. Más que pintor en el sentido formal de la palabra, aún contando con obras excelsas, Lautrec es un dibujante e ilustrador; su cabeza, al igual que con Picasso, estaba  invariablemente ordenada hacia la representación artística, cabeza-mano, y, este tandem aplicado a la realidad, produce un torrente constante de dibujos, bocetos, notas......que a su vez derivan posteriormente en obras más elaboradas y concretas ó simplemente quedan olvidadas. Sus cuadernos de escolar siempre estaban repletos de dibujos aprovechando cualquier hueco en blanco que le viniera a mano. Me direis que esta es condición frecuente en casi todos los pintores, lo cual es verdad, pero en el caso de este pintor está llevada, otra vez como con Picasso, a su máxima expresión; se conservan más de 5000 dibujos de su mano a los que habrá que sumar muchos más que irían al cesto de los papeles ó se perderían.
Como anécdota cabe aquí contar que en Mayo del año 1897 Lautrec se trasladó, uno de sus contínuos traslados de lugares de trabajo, al 15 de la rue Frochot de París, abandonando !nada menos que ochenta y siete pinturas! que sin más támite pasaron a poder del nuevo inquilino, el doctor Billard, quién, ni corto ni perezoso quemó parte de ellas y utilizó otras más para tapar agujeros de la estancia; el resto se las dió al portero de la casa que las malvendió por los bares y chiringos de los alrededores. Parece que a nuestro pintor le daba igual ó no las tendría, suponemos, en gran estima, quizá porque la "fabrica" estaba, como siempre, en  plena producción.    

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