lunes, 28 de enero de 2013

edward hopper - el Louvre en una tormenta 1909


Habiendo ganado algo de dinero en los últimos años de su estancia en la Escuela de Arte y con la ayuda de sus padres que veían mucho más claro y despejado el porvenir artístico de su hijo, Hopper se embarcó hacia París en el otoño de 1906 con 24 años de edad . Allí comenzó a pintar , primero exteriores desde su misma casa  y después , cuando el tiempo lo permitía, salía decididamente a pintar fuera.
Dos veces más se desplazó a Europa , en 1909 y 1910 ,visitando algunas de sus ciudades además de París y , tanto los post-impresionistas como los movimientos emergentes vanguardistas , influyeron en el color y el tema de sus obras.La ciudad del Sena era el polo de atracción artístico de toda Europa y por supuesto también de toda América, incluyendo a los pintores estadounidenses que , junto con los ingleses se reunían en el café du Dome en Montparnase. Hay un pintor francés, Albert Marquet,nacido en 1875 , con el que Hopper tuvo relación en París y cuyos cuadros de vistas de esta ciudad especialmente se parecen mucho en su tratamiento de la luz y el empleo del color, además de los temas representados, a algunos de sus paisajes de estos años.
Esta vista de París es ya de 1909 y en ella Hopper une al paisaje natural , la tormenta cercana, la obra humana del edificio del museo y ambos los combina con elementos del equipamiento puramente urbano potenciados con el alarde técnico correspondiente a la época, como es el puente metálico novedoso y orgullo del nuevo siglo recién estrenado. Esto va a ser una constante en la obra de Hopper, como ya iremos viendo. La ciudad de París , especialmente en los meses de buén tiempo  ejerció sobre él una atracción especial,  y con frecuencia tomaba un barquito a St. Cloud ó a Charenton para pintar ambas orillas del Sena hasta el anochecer.
De vuelta a Nueva York hubo de emplearse de nuevo para hacer frente a sus gastos, ya totalmente independizado de sus padres, y esta vez lo hizo en una agencia de anuncios, donde hacía ilustraciones, pero no por ello dejó de estar en contacto con sus antiguos compañeros de clase y de esta relación salió un grupo de ocho pintores , The Eight, bajo la influencia de Robert Henri, de signo abiertamente anti-académico. En su primera exposición Hopper aportó tres cuadros parisinos , suaves de color y de corte impresionista, en contraste con el talante general de ésta , totalmente americano. Así pués, el pintor quedó un poco orillado hacia la Francia de esos años. Pero en marzo de 1909, vía Plymouth y Cherburgo, ya estaba otra vez en París y de nuevo de vuelta a casa cinco meses después. De ésta época es su famoso le Bistro ,  en el que más se adelantan muchas de las características de sus etapas posteriores.

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